Guerra con bolas de nieve


El fuego se veía salir en los ojos de Demian y Susana. La competencia entre hermanos era más emocionante para ambos. Lorenzo estaba ansioso y finalmente yo. No me sentía preparada para parecer una novia de verdad junto con Demian, me aterraba el mostrarme así a la gente.

La voz del presentador me sonaba a lo lejos, el miedo comenzaba a invadirme, haciéndome incapaz de moverme y mucho menos decir algo. "¿Están listos?" fue lo que escuché de parte del presentador. "No estoy lista"

- No estoy lista...- susurré. Sólo Demian fue capaz de oírme.

No se detuvo, tampoco me dijo nada, pero me acarició la mejilla y me miró, así como si sus ojos me exigieran ver a través de ellos, hundirme y luego revivir. Me miraban solo a mí y me hizo ignorar las demás personas, hasta que sentí que el ruido no era ruido sino un hermoso silencio y fui capaz de moverme como quién fue hechizado y el hechizo fue revocado, entonces sólo éramos él y yo.

Demian estaba tan cerca que ahora yo también lo deseaba.

Nos besamos. Sabía a él, sentía que transmitía toda su energía a mí. Los besos de Demian son algo mágico, podría ignorar el resto del mundo si llegase a darme otro beso. Era apasionado y tierno, cálido como muchas veces, suave...cada beso suyo me muestra algo en mí que no conocía y que termino por querer.

"Me gusta..."

Ese pensamiento llego a mi cabeza ligeramente luego de finalizado el beso. Me gustó, al abrir mis ojos, ellos se encontrarán con los de Demian. No me sentía como antes, me sentía mejor. Bastó una pequeña sonrisa para sentirme sentir cautivada por él.

- ¿Quién será el ganador? - la gente comenzó a aplaudir. - Creo que su ganador es...

La gente le aplaudió a Lorenzo y Susana, por otro lado, la otra pareja terminó por retirarse. Por último, Demian y yo, fuimos bastante aplaudidos, la gente nos eligió.

- ¡Tenemos a los ganadores!

Fue después de recibir los premios y felicitaciones que mis pensamientos sobre lo que paso se volvieron más frecuentes. Y ahí estábamos los dos, en un escenario con bastante gente alrededor y con un ruido difícil de ignorar, pero cuando pienso en el beso, siento que pierdo la cabeza...No debí haber sentidos cosas así por Demian, no debí, pero pude sentirlas y me cuesta trabajo resistirme a él.

- Estás más callada que Susana. - dijo Lorenzo a mi lado.

- No es nada. - me reí para aliviar el ambiente.

No nos hemos encontrado con Gabriela y Francisco. Y ahora que me acuerdo de ellos me hace sentir culpable el hecho de haber besado a Demian que hubiera preferido que no sepa que lo hice y que, por alguna razón, lo sigo haciendo, a veces.

- Vayamos por allá. Francisco me escribió y me dijo que esperaban en el parque con Gabriela. - dijo Lorenzo y todos fuimos a la plaza.

Sólo cinco minutos caminando y logramos identificar a Gabriela y Francisco, sentados en una banca con bebidas calientes. Al vernos, Francisco me abrazó y Gabriela se acercó a Demian ofreciéndole un café.

- ¿Dónde estuvieron? - preguntó Lorenzo a Gabriela.

- Salimos de la feria porque Francisco creyó ver a Aída salir. No quisimos volver a entrar y fuimos por algo de café.

- Le envié un mensaje a Susana para avisarle donde estábamos nosotros. - agregó Francisco.

Comenzamos a discutir por qué nos separamos, qué habíamos hecho y por qué no nos comunicamos. La conversación me aburrió, intentar convencer a Francisco era más difícil de lo que creí. Los únicos que no estaban realmente interesados con el tema, eran Demian y Susana decía muchas cosas, pero nadie la había escuchado realmente hasta que dijo:

- Quería ese video juego. -dijo Susana a Demian mientras hacía bolas de nieve, sentada en la nieve.

- Lo siento, pero no hay nada que hacer. - dijo Demian sin interés.

- ¡¿Además que hacías allí con Aida?!

Temí por mí, por mi amistad con Susana y luego por Gabriela, si supiera lo que hice. Estaba cavando mi propia tumba dejando que estos dos hermanos siguiesen discutiendo así.

- ¿Y Lorenzo y tú? - preguntó Demian. A lo que eso dio por finalizada la discusión.

- ¡Princesa! - ¡Qué oportuno! - ¿Ya no nos tenemos de que tomar de las manos?-dijo algo confundido.

Casi se me cae la mandíbula. Todas las miradas fueron a Lorenzo y Susana, no estaban tomados de las manos desde el juego. "Lo explicaré", alcanzó a decir Susana antes de ser atacada a preguntas.

- Bien, aquí voy... -En Susana se podía ver un leve rubor, por primera vez desde que la conozco. Todos mirábamos expectantes. - Lorenzo y yo...¡les jugamos una broma!

- ¿¡Qué!? - dijimos al unísono los inocentes de la jugarreta.

- Bueno, pero fue divertido, ¿verdad? - sonrió inocentemente. - ¡Aída, tú no puedes negar que te divertiste con Demian! - me sonroje al pensarlo y peor aún bajo la mirada confundida y nerviosa de Gabriela. - Por lo demás...Demian, lo mismo para ti. - Demian solo bufo. - Además ganaste esas entradas que querías.

- ¿Entradas de qué? - preguntó Gabriela, sacándome su mirada de encima, por fin. - ¿Puedo ir contigo?

- No puedes, es un día de semana y las niñas buenas se quedan en el colegio estudiando.

Gabriela se encogió y escondió en sí misma. Me dio algo de tristeza, pero era verdad, no podemos faltar a clases, además la seguridad es difícil evadirla.

- Princesa, ¿volvemos a la escuela? - dijo Francisco tendiéndome su mano.

La verdad es que hacía frío y tenía que volver a estudiar. Acepté la mano de Francisco con una sonrisa, pero a los pocos pasos de caminar me llego una bola de nieve a la cabeza. Susana, me imaginé.

- ¡Aburrida! - Mire a Lorenzo y a Susana. Ellos negaron rápidamente con la cabeza.

Vi que Demian estaba de pie junto a ellos con una bola de nieve en sus manos, él fue.

- Oye estúpida, ¿no te ibas? - preguntó lanzándome la otra a la cara.

- ¿Princesa estás bien?

- Sí, lo estoy. - me quité la nieve de la cara, cogí nieve e hice una bola de nieve para tirársela a Demian.

Por desgracia solo le llego en el hombro. Demian me lanzo otra bola de nieve que por suerte esquive, pero llegó a Francisco. Comencé a reírme y en eso me llega una a mí por parte de Gabriela. Luego una de Francisco a Demian. Susana y Lorenzo se habían unido también.

Así fue como comenzó una guerra con bolas de nieve, por primera vez, divirtiéndonos todos juntos a la vez.



© 2019 El Blog de Rocío López. Todos los derechos reservados.
Creado con Webnode Cookies
¡Crea tu página web gratis! Esta página web fue creada con Webnode. Crea tu propia web gratis hoy mismo! Comenzar