Hace un tiempo


El presentador dio el punto de partida.

Los ayudantes del presentador nos cambiaron de lugares, luego de eso se nos dio la partida. Comencé a caminar y como era de esperarse, mi camino se cruzaba con el de los otros participantes. Puedo asegurar que no soy la primera en chocar con alguien, se escuchaban algunos murmullos y risas por parte del público.

"Tampoco puedo quejarme", eso fue lo que pensé luego de que alguien me pisase el pie.

- Cinco minutos, apúrense en encontrar a su pareja.

No me di cuenta de que habían pasado cinco minutos y aún no podía encontrar a Demian. Eran muchas personas. Me encontré con siete personas antes, ninguno de ellos era Demian. Tres de ellos, se trataban de mujeres, por lo demás podía encontrar una buena razón para descartar a los otros cuatro hombres.

Las razones, "Uñas largas", el primero, "Manitos de bebé", Demian tenía las manos más delgadas y no tan suaves, "Gigantomanos" y finalmente "No es el aroma de Demian", el último tenía manos similares a Demian, pero no olía como él.

"¡Ay... pero que bruto!", casi caigo por la culpa de...

Es Demian. Antes de casi caer él me sostuvo de mis brazos. Recorrió mis brazos hasta mis manos. Manos delgadas y suaves, sin embargo, no fue necesario tocar sus manos, se me había quedado grabado el aroma de Demian cuando ató mi venda. Era él por como olía.

"Él también sabe que soy yo."

Demian separó sus manos de las mías y los puso sobre mis hombros, comenzó a descender por ellos...Pervertido. De un solo movimiento alejé sus manos de su objetivo. Sólo treinta segundos después el juego se dio por terminado y nos pudimos quitar las vendas.

- Pervertido. - dije a Demian, luego de quitarme la venda y poder decir con toda la razón que sabía que era él.

Demian no dijo nada al respecto y solo esbozó una sonrisa burlona.

- Los que hayan encontrado a su pareja acérquense a mí, los demás... ¡Gracias por participar!

Increíblemente solo cinco parejas pasamos a ser ganadores de la primera ronda. Entre ellos estaban Susana y Lorenzo. Ahora era más claro estando más de cerca. Al igual que ellos cuando nos vimos antes de iniciar el juego estábamos tan sorprendidos como ellos, "¡¿Están saliendo juntos?!" Grité para mis adentros. Ellos pudieron haber pensado lo mismo, si Demian y yo pudiéramos tener una relación tan buena como la de ellos, o al menos estable.

- Todos ustedes hacen hermosas parejas...pero vamos a tener que corroborar la información.

A cada una de las parejas el presentador les hizo una pregunta distinta. Simples es su mayoría, incluso así, dos parejas se fueron porque no supieron responder bien. A Susana y Lorenzo les toco una pregunta sencilla, "¿Dónde se conocieron?" Ambos respondieron: "En el colegio, compañeros de curso", a Demian y a mí nos tocó algo parecido, "¿Cuándo se conocieron?" a esa pregunta respondimos bien. Pues no creo que olvidemos ese día.

- Pasaremos a la prueba favorita del público. El beso de amor verdadero. - ¿Qué? - y bien, ¿Quién quiere empezar?

- ¡Yo! - dijeron Susana, Lorenzo y Demian, al unísono. Ninguno de los tres se iba a echar para atrás.

El recuerdo de Aída

Recuerdo cuando conocía Demian. Fui con mi mamá a la escuela para matricularme y mientras ella charlaba con el director respecto a mí, yo esperaba en la recepción junto con la secretaria, cuando en eso entra Demian.

- Demian, el director esta ocupado. Vas a tener que esperar un poco más. - dijo la secretaria.

- Vendré otro día.

- Espéralo, está en una entrevista. - en eso ambos me miran y a la secretaria se le ocurre una idea. - Llévala a conocer la escuela por mientras.

Demian no se opuso y los dos salimos del despacho de la secretaria. No era demasiado hablador, eso pensaba, porque habíamos caminado durante un buen rato y solo se limitó a que lo siguiera hasta que finalmente habló.

- ¿Quieres volver al despacho de la secretaria?, te llevo.

- Gracias, ya sé el camino. - lo recordé.

Demian sonrió. -Tienes buena memoria. - Sin embargo, no siempre. - ¿Cómo te llamas?

- Aída.

- Escuché de ti, seremos compañeros. - me gustó la idea cuando la mencionó. Sin querer me hizo sentir bien.

- Voy a volver.

- Nos vemos en clases Aída. - nos despedimos con una sonrisa y fuimos en direcciones opuestas.

Desde ese día, hasta que ingresé formalmente a la escuela, no pude dejar de pensar en cuando nos veríamos de nuevo.



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