Te ayudo


¿Cómo? La persona que hace solo horas se había convertido en mi novio estaba engañándome.

No podía ver a Demian, pero sí podía sentir su tensión, no me puse a llorar como lo harían otras chicas, no pensé en derramar lágrimas por el imbécil de Andrés, a cambio se la iba a devolver. Él creía que era simple engañarme, de esta no saldría ileso.

Tan pronto terminó la escena romántica de Andrés y esa chica, dirigió su mirada a mí y a Demian.

- ¿Aída...? - su mirada variaba entre la chica y yo.

Por la rabia no podía pensar bien y para que se note que era verdad, besé a Demian. Si él podía hacer eso sin sentimientos yo también.

Lo besé y luego desvié mi mirada de Demian para mirar a Andrés que me miraba boquiabierto, esbocé una irónica sonrisa.

- Tranquilos, no paren, ustedes sigan con lo suyo por allá y nosotros...- Demian y yo. - ...continuaremos por otro lado.

No mire atrás, tomé a Demian de la mano y lo llevé a donde no pudieran vernos, después de todo creo que merece una disculpa.

Decidí que la mejor opción para hablar sería el lugar donde no me vieran perder mi dignidad ante Demian, donde me escondía siempre. Nos tardamos un poco en llegar allí. Agradecí que Demian no hubiera abierto su boca en ningún momento hasta que llegamos.

Me quite uno mechón de la cara y lo mire a los ojos. -...- No podía decirlo, estaba un poco incómoda y él también lo parecía. Me giré de espaldas y me armé de valor para decir aquella palabra:

- ¡Disculpa! - ¿¡Espera qué!?

Ambos lo dijimos al mismo tiempo, pero ¿por qué? Me di vuelta para verle la cara y para mi sorpresa estaba apoyado en el árbol, cubriendo su cara en su brazo.

Me dio curiosidad- ¿Por qué te disculpas? - dije suavemente y se dio vuelta.

Mis ojos se encontraron con los suyos, a pesar de que sea un idiota, tenía unos lindos ojos color castaño.

- El director no te llamaba fui yo. - dijo cubriéndose de nuevo.

Me encontré con sentimientos desconocidos, no sabía si agradecerle de alejarme de un idiota o si insultarlo hasta desgastarme por hacerme ver algo así. Opte por la primera opción, como mi abuela decía: <<Una mentira mata más que mil verdades>>, y en eso tenía razón. Debería agradecerle a Demian, después de todo como me ayudó a pesar de que no fuera con intención de ayudarme.

Demian que seguía cubriéndose la cara ni siquiera se dio cuenta cuando me acerque y lo abracé - Eres un idiota, pero me gustaría intentar ser tu amiga, claro, si te parece.

Me separe de Demian para ver que expresión ponía, no me sorprendió al ver su cara confundida pero tampoco era para tanto... No le estaba pidiendo el cielo y la tierra.

- ¿... Amigos? - Asentí. - No podríamos ser amigos, jamás.

¡Será idiota! Por primera vez en mi vida intenté tener una buena relación con él, pero es tan cabezota y egocéntrico, que no ve más allá de su ombligo. Cuando se fue me dio tiempo para reflexionar. Andrés era un idiota, pero Demian mucho más, y yo era la reina de los idiotas, sólo pensar que le ofrecí ser mi amigo a Demian me hace sentir avergonzada.

Me tumbé en el césped y mi mente comenzó a vagar. No me sorprendía no sentirme herida por el engaño de Andrés, pero si me daba lastima la otra chica, en ese momento se veía tan confundida, quizás sería bueno ofrecerle mi ayuda, aunque no sé si la quiere, de igual forma lo voy a intentar.

Una vez mi abuela, luego de que la familia de Gabriela no me dejara juntarme con ella, me dijo que no me rindiera que conquistara a la familia de Gabriela, tratar de demostrarles mi mejor lado, así algún día se darían cuenta de mi esfuerzo y me dejarían juntarme con ella.

Me salte las clases de matemática y me fui a mi habitación, me puse a dormir, fue un día psicológicamente cansador, para la mañana hablaré con la otra chica de Andrés.



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